Organizar tu matrimonio no tiene que significar meses y meses de ansiedad y trabajo para que todo resulte perfecto. La solución están en organizarse y buscar soluciones originales, o simplemente confiarle el trabajo al “hada madrina” de las bodas.
El vestido, los zapatos, el peinado, el cóctel, la cena… Se acerca la fecha de la boda, no hay nada listo y el estrés no ayuda a los novios a disfrutar como se merecen sus últimos días de prometidos y la planificación de algo tan importante como su matrimonio. Y es que las cosas que hay que preparar son demasiadas y dos personas no dan abasto. Para encargarse de la organización y de los trámites engorrosos es que han surgido las wedding planner, planificadores de bodas, en su mayoría mujeres, que se dedican a salvar la vida de la novia.
Ahora, si tu opción es organizar la boda personalmente, la mejor forma de hacerlo con tranquilidad y no estresarse es empezar con tiempo, entre un año y 6 meses de anticipación. Lo primero es dejar reservado el lugar del matrimonio y la fiesta. Acordar la lista de invitados y enviar los partes de matrimonio, para que todos tus amigos y familiares tengan la mejor disponibilidad y no falte nadie. Luego, elegir el estilo que tendrá la boda, si será temática, formal, informal, etc. La idea es que todos los detalles posteriores como la decoración, la comida y la música vayan acorde al estilo elegido.
Teniendo el lugar y el banquete listo y dispuesto, es el momento de la novia. Vestido, zapatos, accesorios, peinado y todo lo necesario para estar deslumbrante el día de la boda. El novio debe probar su traje al menos un mes antes.
Finalmente, es hora de pensar en los detalles que distinguirán de otras a tu fiesta de matrimonio, como pequeños regalos para los invitados o números de baile y magia para entretenerlos durante el cóctel o la cena.